martes, 11 de diciembre de 2007

El tonto

“¿Quién es más tonto, el tonto o el tonto que lo sigue?”.
Obi Wan Kenobi, La Guerra de las Galaxias

La primera acepción que nos brinda el Diccionario de la RAE para la palabra tonto es aquella a la cual estamos acostumbrados a aplicar, dice: Falto o escaso de entendimiento o razón, o también la referida a una persona: Pesada, molesta.

Si tuviéramos que pedir una definición creo que en forma sencilla, el “tontito” pero brillante, Forrest Gump es quien mejor consigue hacernos ver su verdadero sentido: “Tonto es el que hace tonterías”, nos dirá.

Y es eso a lo que nos hemos estado habituando a ver con total pasividad, frente a los dislates del caudillo iraní (uso de forma intencional este término, caudillo, ya que desde el lenguaje musulmán tiene un simbolismo distinto del que se ocupa en occidente, ya que Zaim en árabe moderno se utiliza en el mismo sentido para duce o führer, además de figurar en el vocabulario arábigo publicado en 1505 por Pedro de Alcalá como hablador de soberbias, vanaglorioso).

Mahmoud Ahmadinejad, hace algún tiempo (2005) señaló con total desparpajo la posibilidad de “borrar del mapa a Israel”, reflejando el espíritu de la vieja consigna árabe- palestina de “lanzar a los judíos al mar”.

Pero es otra la Tontería mayúscula en que se afana la estupidez intelectual y moral de Ahmadinejad, detrás de una retórica propia del Fascismo, al negar el Holocausto y que encontró un curioso eco en nuestra América Latina, en el vociferante jerarca Hugo Chávez, y en la que más de algún pseudo-comprometido , conformista intelectual bien pagado o premiado también a esgrimido con desfachatez. Mi crítica va en especial contra aquellos intelectuales de izquierda que se olvidaron de sus ideales, de su libertad de pensar, a cambio por las conveniencias de las cuales gozan. Lo digo por ser un intelectual comprometido y claro de izquierda, pero pensante.

El Caudillo, adjunta una nueva visión histórica en relación con el horror que los Nazis causaron sistemática y planificadamente en su puesta en escena de su “Solución Final”. Recordemos un poco. Cito a continuación: “En vez de hacer de los ataques de Israel contra Palestina un tema de discusión, los países occidentales dedican su energía al cuento de hadas de la masacre contra los judíos”, dijo Ahmadinejad (la letra cursiva es mía).

La primera pregunta que nos ocupa de inmediato frente a estas expresiones sería: ¿Se justifica tildar como “Cuento de hadas” el horror perpetrado por los Nazis a los judíos, y vale dejar claro que no sólo fueron judíos las víctimas de tal genocidio, por el sólo supuesto hecho de que los países occidentales no se ocupan de discutir el accionar de Israel frente a Palestina?

En ningún momento nos pasaría por la cabeza negar los resultados terribles y dolorosos de un conflicto que se extiende ya por largo tiempo y en donde las víctimas de ambos lados son de un preciado valor, porque de ambos sectores son vidas humanas las que se han perdido.
La diferencia estriba precisamente en esto en que tiene un carácter de Conflicto, donde participan dos fuerzas que se oponen (si consideramos el mundo árabe-islámico y el de Israel) y que pueden trabajar para construir la paz, sin embargo el distanciamiento de estos hechos en el Medio Oriente con el ocurrido en la Alemania Nazi (y la Europa Fascista) , no tienen un contrapeso al ser confrontado con la Masacre planificada y que respondía a una política de Estado para “borrar del mapa” al pueblo judío y que tenía un carácter unilateral.

Además esta declaración no responde a la verdad, ya que Occidente sí se ha ocupado de cuestionar la política israelí, de forma justificada o no, a través de sus medios de comunicación, que muchas veces asumen un rol defensor de la causa palestina descuidando cierto nivel de objetividad, o los informes de las Organizaciones de Derechos Humanos que citan estadísticas y números por doquier y que no van acompañados de un adecuado análisis de los datos que permitan poner en una correcta perspectiva de los hechos, sino que generan equívoco en la población poco informada respecto del conflicto. Un ejemplo de esto son las cifras entregadas por esta Organización con relación a las víctimas de palestinos durante el conflicto y que de no realizarse un necesario estudio de la información puede llevar a concluir apresuradamente que las muertes fueron provocadas por los israelíes, dejando fuera la gran cantidad de atentados suicidas, inmolaciones y otras actividades de este tipo propiciadas por agrupaciones y organizaciones palestinas, que no son consideradas en el informe. Por citar algo más, baste recordar las resoluciones dictadas en contra de Israel por parte de las Naciones Unidas.

No sólo “Occidente”, sino que también muchos intelectuales judíos han mirado más allá de las limitaciones que impone el mismo conflicto, buscando alternativas para el establecimiento de la paz en la región, y que no han dudado en muchas ocasiones en cuestionar acciones de los gobiernos de turno y que riñen con los altos valores que provienen de la cultura judía.

Entonces frente a los hechos ¿Cómo es posible señalar de forma tan atroz, que el horror sembrado y ejecutado por los Nazis, era un cuento de hadas?
Por cierto no fue un “cuento de hadas” sino un infierno muy bien planificado y con objetivos claros, la muerte, la vejación, la cremación, las cámaras de gas, los trabajos forzados, el hambre y la sed a la que estuvieron sometidos millones de personas, no sólo judíos, sino que también, gitanos, testigos de Jehová, homosexuales y comunistas (entiéndase esto a todos aquellos izquierdistas consecuentes con sus ideales, que fueron tachados de conspiradores junto a masones y judíos). Millones de vidas masacradas por ser sencillamente lo que eran fue la consecuencia de lo que de manera tan inmoral Ahmadinejad, ha pretendido negar tildando como una fantasía para niños.

Más tonto aún se vuelve repetir las bobadas de otros, o defenderlas, y es lo que irremediablemente ha pasado con el autócrata frustrado de Chávez, que en su ya conocida pasión de hablar por hablar, ha repetido insulsamente la retahíla negacionista de su iluminado petrolero M. Ahmadinejad.

Y vale agregar, al pasar, que tampoco es de aplaudir al rey como han hecho algunos súbditos leales, por esto de: “Porque no te callas”, que parece que ha olvidado que ya no somos colonia. El rey es sólo un decorado más que cuelga de la casa real, y así lo entienden muchos españoles.

Volviendo a Hugo Chávez, en su sintonía espiritual, intelectual y moral con el Zaim iraní, de pasada al negar el Genocidio, no sólo desestima la pérdida de los millares de vidas humanas de judíos, gitanos y de otras nacionalidades en los campos de concentración, sino que aún más resta valor al sacrificio que implicó la muerte y la permanencia de muchos izquierdistas en estas residencias infernales, teniendo presente que él supuestamente es un hombre y líder de izquierda.

En estos últimos días ha agregado a su expediente de Tonterías, un lamentable incidente, que recuerda precisamente la época pretoriana de las SS, o de las CNI o la DINA en estas tierras chilenas, durante la oscura dictadura de Perrochet (Pinochet) como el pueblo chileno le bautizara con toda justicia.

Al allanar impúdicamente con sus agentes de estado, policial, represivo y amparado en documentos de la fiscalía, acusando cargos de tráfico de armas y drogas, a la comunidad y sede social Hebraica que ha demostrado una preocupación por los más desprotegido del pueblo venezolano, prestando ayuda solidaria y brindando un espacio para la cultura y la educación, junto con mantener un distanciamiento de las cuestiones políticas. Y que después de concluida la tarea de destrucción, cuando se acercaba la hora de ingreso de los niños a la escuela, se retiraron señalando tan amables: “Disculpen, pueden continuar, no encontramos nada”.

Este allanamiento en medio de la noche, como siempre hicieron los fascistas pone en tela de juicio las verdaderas convicciones de Hugo Chávez. Junto con su empeño negacionista que abre el camino para que los defensores de cuanto dictador y asesino de derecha o izquierda, para aquellos defensores de los Pinochet, los Francos, los Stalins, puedan echarse al bolsillo a todos los exiliados, torturados y desaparecidos que fueron consecuencia de sus brutales e inhumanas políticas y accionar y que nos digan con una sonrisa cínica, que todo esto ha sido sólo “un cuento de hadas”. Escribo estas palabras a un año de la muerte del dictador Pinochet, que trajo dolor sobre mi pueblo, y que murió sin el castigo justo que merecía.

Para ir concluyendo podemos señalar que, siempre ha estado en el espíritu del Nazismo (fascismo) negar el horror que construyó, los asesinos de muchos hombres, mujeres y niños, nunca dudaron en desconocer las atrocidades, es más siempre consideraron que era una gesta heroica, que realizaban en beneficio del mundo. Sin embargo avalar tales acciones, no sólo dando refugio como hicieron muchos de nuestros países latinoamericanos, sino que pretendiendo sumarse a los cómplices que niegan tales atrocidades es un acto repudiable.

Chile, 10 de diciembre 2007.

Elgar Utreras Solano. Poeta y profesor.

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